Quentin Tarantino es un genio.
Para algunos, un genio de robar ideas y referenciar a otras películas en exceso, pero un genio nonetheless.
El experimento junto a Robert Rodriguez de revivir el cine Grindhouse, presentando dos películas clase B una tras otra, resultó un fracaso absoluto de taquilla.
Tan grande fue el fracaso, que para recuperar en parte la inversión perdida, Tarantino, Robert Rodríguez y los hermanos Weinstein decidieron lanzar las dos películas en DVD por separado - El que quiera la experiencia Grindhouse que pague dos veces.
Como ya es una película individual y no una de las mitades de Grindhouse, Tarantino decidió agregar más de 20 minutos de material a Death Proof. Esta es la versión disponible en DVD y que Tarantino presentó en el pasado Festival de Cannes ante la adoración de los críticos franceses.
El día de hoy, la paciencia del público y su limitado attention span le impide asimilar una película donde más de 30 minutos sean pura exposición llena de diálogo y nada más. El "estilo MTV" de cortes rápidos y muchas cosas sucediendo al mismo tiempo le ha hecho mucho daño al cine. La gente ya no sabe apreciar una película que se tome su tiempo para contar una historia.
Rompiendo momentáneamente con la narrativa del cine de explotación, donde la exposición y el desarrollo de los personajes casi brillan por su ausencia y ceden el paso a la violencia y al sexo, en Death Proof Tarantino se toma el tiempo para introducir a cada uno de los personajes con tal detalle y de forma tan meticulosa, que la paciencia de los que van buscando violencia mindless se agota. Por momentos Death Proof parece más un homenaje al cine de Jean Luc Godard que al cine de explotación.
Esa fue quizás una de las razones por las que resultó un fracaso - la mayoría fue esperando una película de acción como Kill Bill Vol I, y se encontraron con Kill Vol II.
Es interesante como Tarantino juega con la audiencia, haciéndonos "sufrir" por más de 80 minutos de exposición, para luego sacudirnos en el último acto con una de las mejores escenas de acción de la historia del cine. No exagero en esto último.
También es interesante la forma en que nos presenta dos arquetipos del cine de explotación, dividiendo la película en dos mitades. Primero conocemos a un grupo de jóvenes sacadas de una película de Jason o Freddy Krueger - muchachas atractivas que andan buscando divertirse y que se sabe que terminarán mal, y luego otro grupo de muchachas, aparentemente sacadas de una película de "female empowerment", que por su determinación y actitud kickass tendrán un mejor final. Toda esa última parte es un homenaje a heroínas como Foxy Brown o las chicas de Faster, Pussycat! Kill! Kill!.
En el medio está Kurt Russell, interpretando a un psycho cuyo modus operandi para complacerse es asesinando a muchachas jóvenes y bonitas utilizando como arma su automóvil. Este auto ha sido modificado para ser "Death Proof" o a prueba de muerte para quien lo conduce sin importar las piruetas que haga.
Death Proof es un ejercicio donde Tarantino homenajea al cine "basura" que lo inspiró y lo convirtió en el cineasta que es hoy.
Lleno de referencias a otras películas, programas de televisión y música de la época, muchos lo llamarán un "vanity project" que sólo el mismo Tarantino, sus seguidores y los iniciados en el cine pueden apreciar, y que por eso fue un fracaso con el gran público; pero más que eso, creo que Death Proof [y me imagino que Planet Terror también] es una celebración al cine y al desenfado y la libertad que disfrutaban los creadores del cine de explotación.
Su objetivo no era hacer una buena película, sino dar al público un shot de adrenalina con imágenes llena de violencia, sexo y autos rápidos. El cine Grindhouse ofrecía un escape rápido de una sociedad ocupada con Vietnam y Nixon.
En una época donde los directores tienen cada vez menos libertad de crear y desarrollar su visión, con los estudios y los departamentos de marketing cambiando y manufacturando cine descerebrado para complacer al gran público, películas como Death Proof que representan la individualidad de un director son motivo de celebración para los verdaderos amantes del cine.
Death Proof es una muy buena película a pesar de que no se pueda poner junto a lo mejor de Tarantino, pero esa nunca fue su intención. Su objetivo era ofrecer a las nuevas generaciones la experiencia de este tipo de cine, traer nostalgia a los que sí la vivieron, y divertirse homenajeando al cine que tanto disfruta al mismo tiempo.
Es una lástima que tengamos que ver una película como esta de esta manera. Esto es cine para disfrutarlo en una sala de cine, como fue concebido.
Ahora es tiempo de que Tarantino deje estos jueguitos y se concentre en Inglorious Bastards.