No hay nada como recordar los tiempos cuando nuestra única preocupación era portarnos bien para recibir el día de Navidad ese regalo que tanto anhelábamos, aunque con ese regalo corriéramos el riesgo de sacarnos un ojo.
La alegría que me causa ver A Christmas Story sólo se compara con la que siente el padre de Ralphie cuando recibe lo que tanto desea - su lámpara en forma de pierna.
"Ra-gee-lay. That must be Italian."
"Uh, I think that says FRAGILE, dear."
"Oh, yeah."
A Christmas Story se ha convertido en la película tradicional navideña por excelencia [sin dejar de lado a la magnífica It’s A Wonderful Life] precisamente porque hay algo de Ralphie y su familia en todos nosotros.
La nostalgia que se siente al ver esta película, un poema a tiempos inocentes que se ven ya tan distantes, es incomparable.
Ya es una tradición que el canal TBS haga un maratón de 24 horas el 25 de diciembre transmitiendo la película una y otra vez y es una perfecta oportunidad para disfrutar de ella una o varias veces más.
3 comments:
...a christmas masterpiece.
loco, feli navida
¿Así que un maratón de la película? Creo que por aquí por España no ha llegado a ese nivel, aunque en algún canal cae...
De todas maneras, y sea como sea: ¡Feliz Navidad a ti también!
Un saludo!
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