The Incredible Hulk [Louis Leterrier, 2008]

Edward Norton es uno de los mejores actores de su generación. Probablemente el mejor de todos.

Lamentablemente, en algunos círculos su reputación de egocéntrico difícil precede sus credenciales como intérprete.

Tony Kaye, director de American History X -la película de su carrera- no puede ni escuchar su nombre. Al parecer, si Norton es problemático durante el rodaje, lo es mucho más aún en la post-producción. Durante la fase de edición, Norton literalmente le quitó la película de las manos, y tomó el control a partir de ahí, convirtiendo la película en un showcase para lucirse. Los resultados fueron muy buenos - se convirtió en la nueva estrella a la que había que poner atención y obtuvo una nominación al Oscar [que debió ganar], pero ahí se inició su mala fama.

Luego de un par de años haciendo papeles menores pero memorables [Kingdom of Heaven, en la que ni vemos su rostro] y buenas películas que nadie vió [The Painted Veil], su promesa de convertirse en el gran actor referencia de su generación nunca se ha cumplido. Los papeles que podrían ser suyos van a parar donde Johnny Depp, Christian Bale o Jude Law, todo porque son muy pocos los estudios y directores que se atreven a trabajar con un actor que exige crédito de productor y que pone en sus contratos la opción de reescribir o modificar el guión a su discreción. Ya ha tenido problemas con el WGA por eso, llegando al punto de negarse a acreditarlo por su trabajo en los guiones de Frida y de la presente.

Ahora se encuentra con un proyecto que le apasiona, que le puede devolver el favor de Hollywood, apadrinado por una Marvel independiente, que ahora es la dueña de sus propios proyectos y es capaz de llevar a sus personajes por el camino que desea sin la intervención de un estudio, y pasa lo mismo - problemas con Marvel y problemas con su director Louis Lerretier por las mismas "diferencias creativas", al punto de negarse a hacer promoción para la película.

Un proyecto plagado de rumores negativos desde el incio de su producción lo último que necesitaba era que su estrella renegara de ella. Todo parecía que sería un fracaso mayor que su predecesora.

Aunque el Hulk de Ang Lee fue un estrepitoso fracaso comercial y de crítica, siempre he pensado que mejor un fracaso con cojones que un "logro" mediocre.

La ambición artística y temática estaba presente en cada cuadro de esa película, el que fuera existosa en ello o no es incidental. Cuando el Hollywood actual sólo se preocupa por embobar a las masas mientras les saca el dinero de la cartera, debería aplaudirse la audacia de un auteur como Ang Lee de tomar los $130 millones de un estudio y convertir su película veraniega en un drama existencial sobre los conflictos padre-hijo.

Aprendida esa lección, la Marvel decidió irse por lo seguro, contratar a un director de encargo como Louis Leterrier que no trajera problemas y aceptara órdenes, y balancearlo con actores que trajeran credibilidad y peso al proyecto como Edward Norton, William Hurt y Tim Roth.

Ahora Bruce Banner no es un hombre atormentado por el trauma de su niñez, sino un Fugitivo a lo Richard Kimble, en movimiento constante en búsqueda de una cura a su condición como Kimble de probar su inocencia, y al igual que Kimble, con un hombre obsesionado con capturarlo tras él. Muy reminicente a la serie de televisión de Bill Bixby/Lou Ferrigno con la que crecimos.

Irónico que los momentos que más se asemejan al Hulk de Ang Lee sean los mejores de esta película, esas escenas contemplativas en las que se explora el lado Dr. Jekyll del personaje y en las que Edward Norton demuestra nuevamente su talento como actor.

Lo demás es la fórmula de siempre: Exposición-Acción-Exposición-Acción-Fin. No al punto de llegar a lo mediocre, se queda en ser simplemente una película correcta con uno que otro momento verdaderamente destacable, como todo el primer acto desarrollado en Brasil. Muy pocos saldrán disgustados al verla, pero dudo que alguien salga extasiado, convencido de haber presenciado algo revelador para el género como Batman Begins o Spider-Man 2.

Tal vez esa fuera la intención de Norton, pero no así la de Marvel, que sólo estaba interesada en revivir al personaje y alistarlo para su inclusión en su futura película de The Avengers, como queda claro con la aparición de cierto personaje al final.

Que tengan suerte en la casi imposible tarea de firmar a Edward Norton para la segunda vuelta.

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