¿De dónde proviene la atracción ineludible hacia las historias de miseria y sufrimiento?
Con Precious, su segundo largometraje, Lee Daniels nos ofrece una respuesta definitiva y absolutamente concluyente: pobre Precious, pero qué bien se siente no ser ella.
Las películas de “misery porn” son tantas y con características tan similares, que bien podrían considerarse ya como un subgénero, el cual no es más que llevar al paroxismo la idea central de las clásicas historias en las que el héroe pobre y abatido desafiaba todas las adversidades y salía triunfante. Para ejemplo sólo hay que mirar a Oliver Twist de Charles Dickens, el mismo Pinocho, o Jamal, el héroe de Slumdog Millionaire, una película con la que Precious comparte un par de problemas.
El sufrimiento de esos personajes es risible cuando se compara con el de nuestra heroína, Claireece “Precious” Jones: pobre, obesa, analfabeta, sin amigos, y con la encarnación del mismo Lucifer como madre, quien la maltrata mental y físicamente de la forma más horrible que se pueda imaginar. Agregue a todo lo anterior que ahora se encuentra embarazada por segunda ocasión de su padre VIH positivo. Esta segunda criatura se une a su hija-hermana, la cual encima padece del Síndrome de Down y a la que inocentemente llama “Mongo”.
¿Creen que la pobre Precious puede soportar más? Pues sí, y Lee Daniels nos lo va a demostrar con lujo de detalles.
Luego de irrumpir con resonante éxito en el Festival de Cine de Sundance, dos mercaderes oportunistas, proveedores de “cultura pop afroamericana” como la colmadera banileja Oprah Winfrey y el infame Tyler Perry, vieron en Precious la oportunidad de oro para recolectar dinero y premios por igual. Para ello se ofrecieron a participar como productores ejecutivos de la cinta, aún sin haber participado ni creativa ni monetariamente en su realización. No sólo eso, también -y cito libremente al crítico afroamericano Armond White- la vieron como vehículo demagogo para resaltar sus logros como figuras afroamericanas paradigmáticas de éxito, y contrastarlas con el infortunio de Precious y sus compartes.
Precious es un ejercicio descarado y reprensible de hasta donde se puede llegar para manipular las emociones de una audiencia. Sin ningún tacto, Lee Daniels presenta lo peor de la miseria humana para generar suspiros de horror y compasión que inevitablemente, se quiera aceptar o no, vienen acompañados luego de un ganado sentido de superioridad por encima de “esa gente”, y algo más peligroso aún, la reafirmación de que los prejuicios que se tienen en su contra no son totalmente infundados.
El infierno que es la vida de Precious, Daniels lo convierte en una especie de juego ridículo en el que trata de demostrarnos que aunque todo va mal, puede ir aún peor. Precious es una figura sacada por las greñas del canon de Robert Bresson, comparable casi con Cristo, que estoicamente puede soportarlo todo, y transformar su sufrimiento en una catarsis trascendental para quien lo ve. El espectador que descaradamente persigue este tipo de cine es el “opresor” hombre blanco de clase media-media alta, que con la culpa y remordimiento que le provoca conocer historias como esta, además de la experiencia de haber “vivido” por un par de horas en su mundo, siente haber atenuado en parte todo el mal que sus antepasados han perpetrado contra todas las Precious del mundo. La explotación más cínica del white guilt.
Daniels es un amateur que sólo busca provocar nuestros sentimientos más bajos de la misma forma que cualquier película porno. Lo hace con situaciones tan increíbles, que más que horror, son fuente de hilaridad no intencional. No basta con que Mary -la demoníaca madre interpretada por la segura ganadora del Oscar Mo’Nique- tire al suelo a su nieto recién nacido, qué tal si también le lanza un objeto de cristal a su hija, la eche de la casa y la haga caer por las escaleras recién nacido en brazos, para culminar arrojándole un televisor [su único compañero] desde lo alto.
Aquí el asunto es regodearse en secuencias del más grotesco mal gusto y explotarlo sin aportar ningún tipo de contexto, ni ofrecer comentario o reflexión alguna. En una de las escenas que más ponen a prueba nuestra credulidad, la muy culta y apreciadora del buen arte Mary se encuentra viendo nada más y nada menos que La Ciociara en la televisión. A veces es bueno dejar la televisión chatarra y sentarse a disfrutar del buen cine. Mientras devora las patas de puerco hervidas que Mary le ordena comerse, Precious fantasea con que su madre fuese tan benevolente como Sophia Loren en la película de Vittorio de Sica. Su realidad es tan terrible, que hasta el hambre y los horrores de una película neorrealista italiana son preferibles a su día a día.
La tan cacareada actuación de la comediante Mo’Nique como la peor madre de la historia desde Joan Crawford en Mommie Dearest no alcanza las alturas que merece, simplemente porque Lee Daniels y el guión con que trabaja nunca nos ofrecen una mirada sincera sobre el personaje. Nunca sabemos quién es verdaderamente esta mujer, de dónde viene, y qué la hizo convertirse en un monstruo. Daniels y su historia no se merecen el enorme compromiso de unos intérpretes que lo dan todo por nada.
En su lugar, de lo que sí se ocupa es de cuestiones obviamente más importantes para él, como sus vergonzosos paralelos visuales, de cortar una escena de violación con un plano de dos huevos fritos. Ni hablar de las ineptas secuencias de fantasía en la que Precious sueña con ser famosa y caminar por la alfombra roja, ser rubia y delgada, y lo más importante, tener un novio de una tez más clara que ella.
Este detalle en particular es curioso, porque a juzgar por la forma esquemática en la que Daniels presenta a sus personajes negros, mientras más clara la tez, como la de la maestra celestial Blu Rain [¡por favor!] o la trabajadora social interpretada por Mariah Carey [créalo o no, la mejor interpretación de todo el conjunto], más grande es el corazón del personaje y su compasión hacia Precious.
La película está siendo vendida como una mirada sin filtros a un problema social importante, yendo desde la situación del sistema educativo norteamericano, que al parecer no ha cambiado mucho en casi 30 años, hasta la realidad de los que viven bajo el amparo del Welfare, pero al final Precious no es más que una visión abyecta, insultante, escandalosa e irresponsable de una problemática que merece mayor respeto y seriedad.
Los problemas sociales se abordan presentando argumentos mucho más válidos que mostrando a alguien robándose un cubo de pollo frito porque tiene hambre. El objetivo debe ser ilustrar, dejar a la audiencia con una idea más clara de ellos, no simplemente ofrecer situaciones hechas con el propósito expreso de provocar sentimientos de culpa y horror sin crear conciencia de por qué ocurren.
Avergonzados deberían sentirse todos los involucrados. Spike Lee debería torturarlos al estilo de A Clockwork Orange, obligándolos a ver su Bamboozled en repetición infinita.
Afortunadamente para ellos, no hay vergüenza alguna que el reconocimiento de una industria que vive por este tipo de historias “inspiradoras” y su consiguiente lluvia de premios Oscar no puedan limpiar.
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5 comments:
MAÑANA COMIENZA EL FESTIVAL DE CINE DE LA HABANA -
DE LA PRENSA INTERNACIONAL>>>
"...Sobre las candidatas más fuertes para la competencia, un asunto que el público cubano tiende a tomarse a pecho, ya han comenzado las apuestas por cintas como la del propio Campanella, la peruana "La teta asustada'' o la chilena "La nana''."
"...En 2008 el premio Coral al mejor largometraje de ficción fue para la coproducción chileno-brasileña "Tony Manero'', que también se llevó el galardón a la mejor actuación masculina con Alfredo Castro."
"...El Festival de La Habana también entrega corales al mejor documental, ópera prima, guión inédito, cartel y obra de animación, entre otras categorías."
ALGUIEN ME HA DICHO QUE ES MEJOR ESE FESTIVAL DE LA HABANA QUE EL DE CANNES... ¿SERÁ CREÍBLE ESE AMIGO MÍO?...
http://www.habanafilmfestival.com/
Muy buena la selección de Tony Manero, una de las mejores películas del año pasado.
Orlando, ya que insistes tanto que es mejor que Cannes y que Venecia, termina de invitarme y te digo si sí o no.
ni yo he visto tony manero, y eso q soy chileno. es q la decepción de fuga (2006) fue demasiado. sobre el post. estaba por ver 'precious' pero me arrepentí al ver el trailer. oprah + mariah carey + una historia repetida de abuso = no podia ser algo bueno. normalmente confirmo las criticas con mi propia critica, pero a veces no me da y engancho con otra película q me de mejor espina.
TIENES que ver Tony Manero. No creo que esté vivo para el día en que aquí en mi país pueda hacerse una película así.
En cuanto a Precious, la vida es muy corta para desperdiciarla con ciertas cosas.
Feliz 2010!
Hace poco tuve la oportunidad de ver a Precious y estoy de acuerdo con muchas de las cosas que planteas sobre el film. A mí también me pareció ridículo e insultante, cortar escenas serias y dolorosas con esos momentos 'alegres' de su imaginación. Esos cortes parecían muy bruscos.
También me parecía difícil de creer que una muchacha que esté en Junior High, no se sepa ni el abecedario.
También estoy de acuerdo que se fueron un poco over the top con las cosas que le pasaron a Precious, lo del VIH fue ya demasiado, sólamente faltaba que tuviese un accidente cruzando la calle o se tirara de un puente.
A pesar del script, las actuaciones de Monique y de Precious fueron en mi opinion muy buenas. Monique, quien se había caracterizado por hacer películas mediocres con actuaciones mediocres en Precious subió a niveles insospechados. Esta fue creo la primera gran parte de Precious y me pareció increíble su labor. Ayer la vi en el programa de Conan Obrien y la muchacha tiene una personalidad cheverísima, se parecía mucho a esa que aparecía contenta en los flashbacks. A diferencia de muchos actores she wasn't playing herself.
Slumdog Millionaire es una 100 veces mejor película que Precious, yo no las compararía.
La pobreza que aparece en Precious es real, millones de ciudadanos viven en condiciones parecidas. El sistema de Welfare es un sistema que da miedo, la gente que vive bajo ese yugo han experimentado situaciones muy parecidas, no todas al mismo tiempo como en Precious, pero sí situaciones similares y peores de ahí.
Saludos brother
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