La mente de Tim Burton debe ser un lugar fascinante - poblado de personajes y situaciones grotescas, pero a la vez de una inocencia casi infantil.
Haciendo uso de la centenaria técnica de stop-motion y combinándola con su estilo inspirado por las películas de terror de la Hammer, el expresionismo alemán de figuras alargadas ,y usando un poco de la narrativa del Dr. Seuss, Burton logra en The Nightmare Before Christmas la mejor representación en imágenes de su imaginación y sensibilidad artística.
La tecnología stop-motion viene usándose desde los inicios del cine, y es un arte que requiere no sólo de talento, sino de una gran paciencia.
A diferencia de la animación tradicional, donde todo es dibujado a mano o creado por una computadora, esta técnica implica crear desde cero elementos reales, desde el set más complicado hasta el personaje menos importante, e irlos moviendo cuadro por cuadro, para que cuando sean filmados se produzca el efecto de movimiento.
En el universo de esta película, cada día festivo tiene su propia ciudad, donde todos sus habitantes trabajan todo el año en los preparativos para celebrarlo.
Jack Skellington es el rey de Halloween Town, y como cada año, la conmemoración del día de Halloween representa su día más importante.
Halloween siempre se ha presentado como un día oscuro, pero en esta película se le muestra como el día más feliz del año. Halloween Town es un mundo lleno de alegría, donde todos los personajes disfrutan ser criaturas grotescas, y el hecho de asustar a alguien es una distinción. Como uno de los personajes dice “Life’s no fun without a good scare.”
Los problemas comienzan cuando Jack, cansado de la rutina de todos los años, se da cuenta que a las afueras de Halloween Town hay portales a otras ciudades, entre ellas Christmas Town.
Fascinado por ese mundo rojo y verde, cubierto de nieve y gobernado por un señor que cree se llama Sandy Claws, Jack decide llevar a Halloween Town la idea de romper con la rutina y celebrar la navidad.A pesar de querer robarse la navidad como El Grinch, las intenciones de Jack son buenas, pero la idea de combinar Halloween con la Navidad resulta un desastre.
Ambos mundos están repletos de personajes que, gracias al increíble trabajo de animación y voces, están llenos de personalidad y vida.
The Nightmare Before Christmas es un triunfo de la animación, pero la verdadera estrella de esta película es la música.
Danny Elfman, colaborador eterno de Burton, logra con su música dotar a este universo de una vitalidad sin igual. Con letras llenas de un humor deliciosamente macabro, los personajes igual cantan sobre el proceso de crear la Navidad o de secuestrar a Santa Claus. Además de componer la música y letras de todas las canciones, Eflman también es la voz de Jack.
Al momento de su estreno fue sólo un exito modesto para Disney, pero con el paso del tiempo se ha convertido en una verdadera película de culto gracias a la cultura goth y las tiendas Hot Topic, que tal vez sin proponérselo, han desvirtuado el mensaje cínico de Burton, y se la han tomado más en serio de la cuenta, convertido a Jack y Sally en representaciones de su status de "diferentes" y "rechazados por la sociedad." Allá ellos.
The Nightmare Before Christmas es ya un clásico, y gracias a la iniciativa de Disney, llevarla a los cines ahora en su versión en 3D será una tradición de todos los años.
Celebrar Halloween en países como el nuestro me parece un disparate. Mi celebración se limitará a disfrutar nuevamente de esta joya.